101 / ENE-ABR 2021

Educación para la paz y negociación política: Contrapedagogía en tiempos de Duque

EDICIÓN 101 ENE – ABR 2021

Por Marcela Pardo

¿Por qué las iniciativas de educación y pedagogía para la paz han disminuido en medio de la implementación del Acuerdo con las Farc-EP? ¿Cuáles son los retos que afrontan? Con la firma del Acuerdo de Paz pactado el 24 de agosto de 2016, se abrió un escenario favorable para las iniciativas de educación para la paz1El interés del presente artículo no es las iniciati­vas colectivas realizadas en el marco de la escuela, que merecen otro espacio de análisis, y de las que se puede aprender a partir de estrategias como la de Educapaz y las Cátedras de Paz en todo el país. Sin embargo, eso ha cambiado en los últimos años.

Desde mediados del siglo XX, en nuestro país han sido favorables para los escenarios de negociación política (o su exigencia) las pedagogías para la paz, y sus estrategias han variado según el contexto político desde el cual se negocia cada paz. En esa medida, la educación no es una noción abstracta; por el contario, requiere de una lectura concreta, variada y situada. Bajo esa perspectiva, este artículo responde qué ha sucedido con la educación para la paz en los últimos años. Para eso, primero, se detiene en dos iniciativas pedagógicas identificadas previamente al Acuerdo de la Habana. Segundo, presenta las campañas y contra-campañas educativas en tiempos del diseño, refrendación e implementación del Acuerdo de Paz. Finalmente, propone algunas conclusiones.

Trayectoria de campañas educativas por la paz en Colombia. Fuente: Datapaz

Como muestra el gráfico, las campañas educativas por la paz en Colombia, realizadas de manera colectiva en todo el país, tuvieron un auge en el marco del Acuerdo de Paz, con dos precedentes reveladores. El primero, en el año de 1997, el otro, por los años 2004 y 2011, según el registro de la Base de Acciones Colectivas por la Paz (Datapaz) del Cinep2Esta base mide y hace seguimiento a las tenden­cias, dinámicas y acciones de la sociedad colombi­ana a favor de la paz. Sus registros se realizan por medio del archivo de prensa del CINEP/Programa por la paz. Contiene información cualitativa y cuanti­tativa desde el año 1979 a la fecha, relacionada con lugares y territorios, actores, motivos, confrontación y duración de las acciones de paz.

El mandato ciudadano y la desmovilización paramilitar

El primer auge de estrategias pedagógicas fue motivado por el Mandato Ciudadano por la Paz, la Vida y la Libertad, que, con diez millones de votos, afirmó el deseo de paz de la ciudadanía, el 26 de octubre de 1997. El Mandato convocó a actores disímiles, en torno a la salida negociada al conflicto armado en el gobierno de Ernesto Samper, salpicado de dudas por dineros del narcotráfico. Como consecuencia, el entonces candidato presidencial, Andrés Pastrana, retomó las banderas del Mandato, y buscó un acercamiento con las Farc-EP. Electo, no obstante, no logró la dirección política de la paz planteada 3El Tiempo, 1997.

El segundo momento coincide con la desmovilización del paramilitarismo, cuyo fruto fue una serie de políticas a favor de las víctimas. La pedagogía en torno a la paz se dirigió a la apropiación y la garantía de derechos, como sucedió con la primera sentencia de reparación colectiva en el país, otorgada a los pobladores de Mampuján, Las Brisas y San Cayetano. A través de encuentros y programas de radio, la comunidad de Mampuján inició campañas de apropiación de la noción de reconciliación como escenario para superar los daños emocionales del desplazamiento. Además, sus líderes y lideresas hicieron una labor pedagógica con la institucionalidad, debido a que los servidores públicos se referían a la comunidad desplazada como guerrilleros, dada la falta de cultura de atención a víctimas. En el marco de la campaña, se destacan acciones de no-violencia, como la caminata pacífica de María La Baja a Cartagena, para garantizar el cumplimiento por parte de las instituciones del Estado4Pardo, 2018.

Tanto en los ejercicios democráticos, como en la apropiación de un lenguaje de derechos mediante el cual reconoció a las víctimas como sujetos políticos, fueron necesarias campañas pedagógicas para fortalecer estrategias de transformación a nivel local y nacional. El siguiente registro de campañas en Datapaz ocurrió en el marco de los Acuerdos de Paz. ¿Cómo ha sido esta etapa?

Educación para la paz en el marco de los acuerdos de La Habana

Los registros de campañas educativas desde el año 2015 en adelante, se incrementaron y están directamente vinculados con el acuerdo de paz, su conocimiento e implementación. Por ejemplo, se realizaron campañas para contrarrestar a los enemigos de la paz. Al lema lo que es con Uribe es conmigo” se respondió con: “lo que es con la paz es conmigo”52015, eslogan que fue ampliamente promovido en redes sociales y que buscó crear una base social de respaldo a la paz.

En medio de la oposición uribista, sin embargo, se retomó una estrategia de la democracia representativa para que la ciudadanía reafirmara su anhelo de paz por medio de un plebiscito. A diferencia de 1997, la acogida no fue suficiente. Se desestimaron las campañas de odio y mentiras de los contradictores, y la simplificación de el texto del Acuerdo generó más discusiones que emociones positivas. La apropiación de dicho documento se debía realizar en menos de dos meses y, como consecuencia, el 2 de octubre de 2016 se dio la victoria del “no” con un 50.21 % frente a 49,48% del “sí”. Esto generó dos cosas: por un lado, la renegociación del acuerdo que integró los reparos de sus opositores y, por otro, su falta de legitimidad.

A pesar de los resultados, la pedagogía que se realizó fue ardua. A diferencia de los tiempos de Justicia y Paz, para el Acuerdo de Paz se impartió una formación intensiva a los funcionarios públicos, la cual no fue total. Por ejemplo, aún hizo falta más apropiación del capítulo étnico e inclusión a la población LGTBI, entre otras. Además, participaron nuevas líneas editoriales en grandes medios de comunicación, como Colombia20206La mayoría de los registros de Datapaz para esta época, provienen de las noticias documentadas por este portal. Otras plataformas son Rutas del conflicto, Pacifistas, Verdad Abierta, Semana Ru­ral, entre otras, y varias plataformas comunitarias, menos conocidas en la ciudad como el programa El antivirus producido por la Federación de Medios Comunitarios de Colombia FEDEMEDIOS, una campaña pedagógica y periodística del periódico El Espectador, que nació en 2016, como escenario de discusión para la construcción de país desde las regiones. Este fue el primer portal informativo especializado en temas de posconflicto.

Por otro lado, y como se ejemplificará más adelante, las acciones realizadas en torno a campañas educativas durante este periodo, fueron motivadas por lo que se indicó en el mismo documento de Acuerdo, a saber: (i) garantizar la reincorporación de la guerrilla a la sociedad7El acuerdo contempla programas educativos y de capacitación en las zonas veredales, centrados en la formación para el trabajo y la nivelación en educación básica, primaria, secundaria o técnica, (ii) dignificar el campo colombiano8La reforma rural incluye un apartado sobre el derecho a una educación pertinente de los niños y jóvenes del campo, además de gratuita para los niveles de preescolar, básica y media, (iii) promover la reconciliación y la paz9Creación del Consejo Nacional de Paz, Recon­ciliación y Convivencia. Una de sus funciones es diseñar y ejecutar programas a favor del respeto, la diferencia, la crítica y la oposición política. Tam­bién se encargará de capacitar a organizaciones y movimientos sociales para el ejercicio de una cultura de la paz y (iv) comprender el alcance de lo acordado en La Habana10El Plan Nacional de Educación incluirá el acu­erdo final y el Informe Final de la Comisión de la Verdad como material pedagógico obligatorio en todas las instituciones de educación del país.

Contra-campañas a la paz

No obstante, en medio de la implementación, los registros de campañas educativas se redujeron desde el 2018. De las más de cien campañas realizadas entre 2015 y 2017 no quedan más de veinte registros en los tres años siguientes. Esto coincide con el inicio del gobierno de Iván Duque, que ha contrarrestado los esfuerzos alrededor de la implementación del Acuerdo de Paz. Su mandato inició con una narrativa vacía sobre la paz: del “hacer trizas el acuerdo de paz” se pasó a la “Paz con legalidad”, valiéndose de la falta de legitimidad que generó el plebiscito. Algunos de los ataques directos fueron: la campaña de seis objeciones a la Ley Estatutaria de la JEP, el mes de marzo de 2019; la negación del conflicto armado por parte de Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica; al igual que su intromisión en el guion museológico (guía de visita) ‘Voces para transformar a Colombia’ del Museo Nacional de la Memoria (que, afortunadamente, fue protegido con una medida cautelar por parte de la JEP en febrero de este año, según la cual se prohíbe su modificación por seis meses).

Foto: AMA

Así mismo, hay apuestas educativas que se contraponen a las de quienes apuestan por la paz. Otro ejemplo fue la cartilla antiprogresista que el gobierno incluyó en un diplomado sobre paz, ofrecido por el Alto Comisionado y la ESAP, en donde se aseguraba que “los pilares del progresismo ideológico” han generado violencias11Pacifista, 2020.

Un escenario privilegiado de oposición son los medios de comunicación. Uno de los casos más evidentes ha sido el de revista Semana. Como lo analiza Sara Tufano 122021, Semana no solo hace parte del 57%13Sobre esto, se encuentra este artículo del por­tal Vice que hace una radiografía completa de los medios de comunicación actuales. Los medios in­dependientes colombianos para leer y estar bien informado https://www.vice.com/es/article/a3qvna/medios-independientes-colombianos-leer-estar-bi­en-informado?utm_source=vicefbcol de los medios del empresariado, sino que también ha tomado decisiones editoriales dicientes. Por ejemplo, en 2019 Nicholas Casey, periodista de The New York Times, reveló una investigación sobre el regreso del Ejército colombiano a la siniestra política del “body count” que recordó las políticas de “ejecuciones extrajudiciales” del periodo de Uribe. Esto fue un mes después de la muerte de Dimar Torres, excombatiente de las Farc-EP asesinado por el Ejército en plena implementación del Acuerdo. Esta información era conocida por Semana, pero no la publicaron.

Estas acciones de contrapedagogía de la paz en el gobierno de Duque confirman la narrativa vacía sobre la “Paz con legalidad”, por la oposición rotunda al Acuerdo de Paz; el ataque directo a la JEP y a la memoria histórica, y la negación de un Informe Final presentado por la Comisión de la Verdad si reconoce a los actores armados ilegales y la responsabilidad institucional de las Fuerzas Armadas con la cadena de mando del Ejecutivo, como afirmó el presidente en una reciente entrevista para el periódico El País142021.

Educación en medio de la guerra

Desde el año 2018, a un gobierno de oposición al Acuerdo de Paz se suman no solo el aumento de fenómenos criminales por todo el país (líderes y excombatientes asesinados, proliferación de cultivos ilícitos y fortalecimiento de actores armados ilegales con dominio en los territorios, entre otros), sino el inicio de una pandemia global a finales el mismo año. Factores que han disminuido las acciones de educación para la paz, que no obstante, no claudica.

Desde lo establecido en el Acuerdo, la Comisión de la Verdad, bajo su mandato de esclarecimiento, reconocimiento, convivencia y no repetición, ha tenido un papel importante en la promoción de espacios de encuentro, de escucha, y contribución a la verdad en los territorios. Uno, entre tantos, fue el encuentro en 2017, entre Rodrigo Pérez Alzate, desmovilizado del Bloque Central Bolívar; Jairo Quintero, desmovilizado del frente 25 de la Farc-EP, los miembros del Comité Cívico del Sur de Bolívar y las víctimas del territorio, en un acto de reconciliación. El mensaje que transmiten espacios como este, en todo el país, es pedagógico: “todos podemos dar el paso para la reconciliación, dejar el odio atrás y trabajar por la construcción de paz que merece Colombia”15El Espectador, 2017a.

Por otro lado, las organizaciones sociales, con programas como Educapaz 16Educapaz se propone una acción de largo pla­zo. El programa vigente está previsto para ser eje­cutado en el territorio nacional, entre 2016 y 2025, a partir de líneas de educación rural, ciudadana para la reconciliación y socioemocional, así como la In­vestigación e incidencia en políticas de educación para la paz; y las iniciativas locales, regionales y comunitarias, persisten, pese a todo, en su interés de contribuir a la paz en medio de la guerra.

Foto: Natalia Botero

Por ejemplo, en el Valle del Guamuéz (Putumayo), tras años de conflicto y estigmatización por parte de la Fuerza Pública, en 2017, un grupo de Autoridades Indígenas Nasa creó un espacio de acercamiento con integrantes del Ejército y la Policía para resolver asuntos que históricamente han generado conflicto, como el reclutamiento de menores, la justicia indígena y el uso excesivo de la fuerza17El Espectador, 2017b.

Otra iniciativa, en el mismo año, fue realizada por un grupo de 26 mujeres del corregimiento de La Blasa, con tres propósitos: (i) para “devolver la vida al río Cauca”, que antes fue utilizado por los paramilitares como cementerio; (ii) para conocer la verdad de lo que allí pasó y (iii) hacer procesos de sanación a partir de la memoria. Ellas se vincularon a la Ruta Pacífica de mujeres, y se han dedicado a promover y a acompañar eventos comunitarios. Hicieron actividades para todas las edades. Realizaron tres festivales que eran tradicionales desde tiempos de la Colonia e hicieron obras de teatro y bailes de su región. Y a una hora de distancia de allí, donde se encuentra la Zona Transitoria de Normalización en la vereda La Elvira, gestaron espacios de encuentro y sanación con el antiguo frente 30 y el Alfonso Cano de las Farc-EP. 18El Espectador, 2017c.

Conclusiones

Este artículo reconstruyó, a grandes rasgos, la trayectoria de las campañas educativas registradas en los últimos treinta años por Datapaz. Se identificaron dos momentos anteriores al actual, a saber: el Mandato por la paz (1997), y el de la exigibilidad de derechos, en el marco de la desmovilización paramilitar (2004-2011) que, junto con el momento marcado por el Acuerdo de La Habana, muestran que la educación para la paz es siempre un ejercicio concreto, y por lo tanto, variable.

No es lo mismo hacer pedagogía en un proceso incierto como el del Mandato, que hacer frente a una paz que afectaba intereses concretos, como lo era en el Acuerdo de Paz. La acogida de los diez millones de votos, a diferencia de los seis del reciente plebiscito, se basó, en mayor medida, en los intereses que generaban riesgos para ciertos sectores sociales. Hacer pedagogía que rodeara los Acuerdos fue difícil, porque también existieron acciones contrapedagógicas. Asimismo, las campañas pedagógicas en la desmovilización paramilitar estuvieron concentradas en la apropiación y garantía de su implementación, por parte de las víctimas. No había un escenario de oposición política, y los actores eran limitados. En cambio, en el Acuerdo de la Habana, aunque se fortaleció la centralidad en las víctimas, se incluyeron: empresarios, nuevos actores sociales (como el movimiento de mujeres, la población LGTBI, las comunidades étnicas, etc), personas del común y Fuerza Pública. Esta última reivindicada por el gobierno de Iván Duque.

De esta manera, evitando miradas totalizantes, es posible concluir una lectura de doble vía: por un lado, que las pedagogías y la educación para la paz han sido favorables para los escenarios de negociación política (o su exigencia); y por otro, que tales pedagogías nos revelan, en cada caso, los retos que imponen cada contexto de conflictividad y sus actores.

En la actual transición hacia la paz, en medio de una ola de violencia con nuevos y viejos actores, los esfuerzos persistirán y deben profundizarse, no sólo para establecer una reflexión pública sobre la no repetición y continuidad sino con la intención de generar una apertura hacia el futuro. Restituir los lazos rotos en medio de la masacre al igual que la lectura de los nuevos actores en los territorios, será el actual reto para la pedagogía. También quedan algunos interrogantes: ¿cómo se modificaron las campañas educativas por la paz en tiempos de COVID-19, teniendo en cuenta el cambio del contexto de guerra? ¿Cómo aporta la educación para la paz al próximo escenario de representación política? ¿Cómo fortalecer la promoción de la paz cotidiana y territorial, sin dejar de lado el actual Acuerdo de Paz? ¿Cómo resaltar el poder transformador del Acuerdo de Paz para que gane legitimidad ante la ciudadanía?

Bibliografía

Base de datos de acciones colectivas por la paz DATAPAZ. 1979-2020 Cinep/PPP

El Espectador (2017a). Sur de Bolívar lucha por la reconciliación. 22 nov. 2017. https://www.elespectador.com/colombia2020/pais/sur-de-bolivar-lucha-por-la-recon­ciliacion-articulo-856048/

El Espectador (2017b). Indígenas, contra el estigma que les dejó la guerra. 27 may. 2017 https://www.elespectador.com/colombia2020/territorio/indigenas-con­tra-el-estigma-que-les-dejo-la-guer­ra-articulo-855444/

El Espectador (2017c). Devolviéndole la vida al río Cauca. 24 feb. 2017. https://www.elespectador.com/colombia2020/terri­torio/devolviendole-la-vida-al-rio-cau­ca-articulo-855214/

El País (2021). Iván Duque: “Colombia nunca jugará a la ruleta rusa con la economía ni con los programas sociales” 18 de marzo de 2021. https://elpais.com/internacional/2021-03-18/ivan-duque-colombia-nunca-jugara-a-la-ruleta-rusa-con-la-economia-ni-con-los-programas-sociales.html

El Tiempo (1997). Ciudadanos proponen Man­dato por la Paz. 25 de marzo de 1997. https://www.eltiempo.com/archivo/doc­umento/MAM-554724

Pacífista (2020). La cartilla antiprogresismo que el gobierno puso en un diploma­do sobre paz. Agosto 27, 2020. https://pacifista.tv/notas/la-cartilla-antiprogre­sismo-que-el-gobierno-puso-en-un-dip­lomado-sobre-paz/

Pardo, Marcela (2018). Exigibilidad de dere­chos para el retorno a La Rosa de Mampuján. En: “Aprendizajes de con­strucción de Paz en Montes de María”. Cinep y Universidad Javeriana.

Tufano, Sara (2021) Perpetuando la hege­monía uribista: cómo los medios con­tribuyeron a instaurar y normalizar el autoritarismo en Colombia. 9 de mar­zo de 2021. https://pacifista.tv/notas/perpetuando-la-hegemonia-uribista-co­mo-los-medios-contribuyeron-a-instau­rar-y-normalizar-el-autoritarismo-en-co­lombia/

Foto portada: Juan Arredondo.

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Marcela Pardo

Investigadora de la Línea Construcción de Estado y Paz Territorial del Cinep /PPP

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