Desarrollo

Los temores en el sector energético colombiano

Hay un clima de incertidumbre sobre la situación energética en el corto plazo, de los sectores eléctrico y de gas natural

EDICIÓN 112 SEP-DIC 2024

No habrá racionamiento en el corto plazo

En el sector eléctrico existen varios problemas: pésima institucionalidad, tarifas altas, deudas a las empresas y evolución de los embalses.

Para 2024 no se ven dificultades. A 24 de octubre, el nivel de los embalses era de 54,0%, por debajo del promedio histórico, pero se espera que en noviembre lleguen las lluvias de invierno y los embalses suban a más del 67,0% para evitar inconvenientes durante el verano del primer semestre de 2025.

El ciclo hidrológico normal es el siguiente:

  1. Verano de enero a marzo
  2. Invierno en abril-mayo
  3. Verano en junio-agosto
  4. Comienzo de lluvias desde septiembre hasta mediados de diciembre

Si este ciclo se cumple, los embalses se desocupan en las épocas de verano, pero se recuperan en los meses de invierno. Cualquier quiebre en este ciclo, especialmente si los meses de invierno no se cumplen, vienen las dificultades para el sector eléctrico. El peor escenario, de muy baja probabilidad, es el de dos períodos de invierno que no se cumplan.

Entonces, en lo que resta de 2024, se esperan más lluvias en noviembre-diciembre. Si esto no se da, no entramos en un riesgo en el primer semestre de 2025. Para el segundo semestre, todo dependerá,  de si se cumple el invierno de abril-mayo.

Hay que recordar que según  el Sistema de Interconexión Nacional-SIN, la capacidad instalada es de 20839 megavatios, de los cuales 13207 deriva de hidroeléctricas, 6059 de plantas térmicas, y el resto, 1573 megavatios, de biomasa, y fuentes solar y eólica.

El consumo promedio de energía eléctrica el 24 de octubre fue de 235 gigavatios horas, de los cuales se obtuvo 109,32 por hidroeléctricas, 96,50 por plantas térmicas y 29,18 por fuentes solar, eólica y biomasa.

El embalse útil era el 24 de octubre de cerca de 10 000 gigavatios-hora que daría para 43 días, suponiendo cero generaciones de las plantas térmicas convencionales y de las plantas solares, eólicas y de biomasa.

Embalse del Sisga. Foto: Luis Alveart/Flickr.

Al considerar que las plantas diferentes a las hidroeléctricas generaban 126 gigavatios-hora el 24 de octubre, se tendría energía suficiente para atender la demanda total por 91 días (10 000 gigavatios-hora de los embalses, divididos por 109 gigavatios-hora de generación hidroeléctrica), o sea para los meses de noviembre, diciembre y enero, suponiendo que no hubiera lluvias, lo cual no es cierto, pero siempre tendríamos disponible por lo menos los 126 gigavatios-hora de generación diferente a la hidráulica.

Con los datos conocidos, entonces, no hay probabilidad de racionamiento eléctrico en lo que falta de 2024 y buena parte del primer semestre de 2025.

Hoy, los problemas del sector eléctrico son las altas tarifas y las deudas a las empresas que, según estas, son cerca de 7,5 billones de pesos, debido al no pago por parte del gobierno. de los subsidios por 20,5 billones de pesos, deudas de las entidades oficiales por un billón de pesos y no pago de los consumidores de 4,0 billones de pesos, por la llamada opción tarifaria creada en el gobierno de Iván Duque, durante en la crisis del COVID-19.

Hay problemas de abastecimiento de gas natural en el corto y mediano plazo

La situación del sector del gas natural es muy preocupante, porque la oferta interna va a ser insuficiente para atender la demanda, lo que implica que Colombia perdió seguridad energética. 

Según la Bolsa Mercantil de Colombia, gestora del mercado de gas natural, habrá déficit de 7,3% para 2024, 11,6% para 2025 y 9,3% para 2026.

Esto implica, según la Bolsa, importaciones que pueden superar la capacidad declarada de la planta de regasificación del Caribe, de 400 GBTUD (Giga BTU -British Thermal Unit- por día), en 2027.

Torre de transmisión de Celsia, en el Valle del Cauca. Foto: Carlos Enrique Pimentel.

Este es un tema que se había pronosticado desde hace años, cuando se estimó que llegaríamos en 2026 o 2027, a un faltante de gas natural para atender la demanda interna, y no se hizo nada definitivo, pues si bien se realizaron descubrimientos costa afuera no se avanzó en la decisión sobre cómo desarrollarlos.

Se trata del hoy llamado campo Sirius (Uchuva-2, originalmente), del cual se está especulando bastante sobre sus reservas, cuando falta delimitar dicho campo y definir la cantidad de reservas probadas que tiene, así como su comercialización.

Este yacimiento se conocía hace años. Está costa afuera, en el bloque Tayrona, a una profundidad de 804 metros, en la región de Santa Marta. Hay que construir un gasoducto submarino de 117 kilómetros y toda una infraestructura para extraer y llevar el gas tierra adentro. Si se da la comercialización, el yacimiento podría entrar en funcionamiento en 2030. Pero nada de esto puede hacerse sin resolver el conflicto con la comunidad indígena de Taganga, que interpuso una tutela, porque el proyecto no ha hecho consulta previa, alegando que la explotación del gas supondrá la desaparición de sus prácticas ancestrales.

Otro tema tiene que ver con la confusión que existe sobre la demanda y la oferta. Es increíble que las autoridades energéticas no tengan hoy una proyección aceptable y creíble al respecto, lo que da lugar a que se opine sin cifras exactas, tal como lo hizo recientemente el director de la ANH, Orlando Velandia, en entrevista a El Tiempo el 21 de octubre. Esto es una muestra de cómo la planeación energética se acabó en el país, situación que trae su historia, y sobre la cual, el gobierno actual sigue en la misma confusión.

Lo que es increíble es que existe gas de fraccionamiento, que es un gas natural presente en yacimientos de carbón, sobre cuya técnica hay oposición de las autoridades. 

Lo absurdo es que las importaciones se harían con gas natural licuado -LNG-, seguramente procedente de los Estados Unidos, que se obtiene por fraccionamiento, y ahí si no hay problema, pese a tratarse de un gas que costará tres veces más que el producido actualmente en Colombia.

Conclusiones

Hay que descartar un racionamiento de energía eléctrica hasta, por lo menos, abril de 2025. Que ocurra en el segundo semestre de 2025 depende del ciclo hidrológico y de los nuevos proyectos de generación que deben entrar en funcionamiento este año. El problema que sí se va a producir, es para el sector de gas, porque la oferta interna no será suficiente para atender la demanda a partir de 2025, como lo es durante el 2024, por lo que habrá que acudir a costosas importaciones de gas natural, que repercutirá en los precios de este para los hogares, y los sectores industrial y comercial.

Diego Otero Prada

Ingeniero electricista de la Universidad de los Andes, con maestría y candidato al doctorado en Economía de la Universidad de Pensilvania, autor de múltiples publicaciones, la última Cambio climático y transición energética, Ex Subdirector del Departamento Nacional de Planeación, Exviceministro de Minas y Energía, Exdirector General del Institutito Colombiano de Energía Eléctrica, Asesor de Gobiernos de Latinoamérica en temas de energía y economía, Presidente de la Asociación Colombiana de Economía Crítica, ACECRI, Miembro de la junta directiva de la Academia de Ciencias Económicas.