¿cómo analizar e interpretar los recientes ires y venires elenos en los tableros regionales de nuestra prolongada y degradada guerra interna?
Han coincidido en el tiempo la pandemia más compleja que ha tenido la humanidad en el presente siglo y la implementación, aún joven, de un Acuerdo de paz histórico en Colombia. Esto constituye quizás el más grande desafío que atravesará esta generación como sociedad.
Se observa una movilización por la paz que, si bien sostiene el respaldo a los acuerdos de paz, también expresa su inconformidad con el manejo que el gobierno Duque le ha dado a la implementación.
Pensar en la judicialización y castigo de los responsables de los crímenes cometidos por los combatientes en términos maximalistas resulta desde el punto de vista político y práctico impensable de cara a una solución negociada al conflicto.
Duque ha oscilado entre la modificación del Acuerdo Final y su cumplimiento parcial. El gran reto de la implementación es preservar la vida de personas con liderazgos sociales, y excombatientes.
Las dificultades de orden técnico, político, jurídico, presupuestal y mediático de la JEP trajo a la discusión pública, nuevamente, diferencias irreconciliables.
Una reflexión sobre el fortalecimiento de las voces adversas a la salida negociada con el ELN, antes y después del atentado a la Escuela General Santander.
El ELN dice que esta a las espera de la llegada del nuevo gobierno a la mesa para seguir conversando, sin renunciar al secuestro.
Algunas medidas tomadas por el Gobierno permiten ver que no echará por la borda los acuerdos.
EDICIÓN 94 SEP-NOV 2018 Este artículo analiza cuatro de los principales obstáculos que, en criterio del…