Editorial

Por Jorge A. Camacho S.J.

El 12 de abril de 2022, mientras el presidente Duque defendía ante las Naciones Unidas su programa de “Paz con Legalidad”, y hablaba de las bondades de esta política para la implementación del Acuerdo de Paz, los colombianos estábamos enterándonos de que el operativo militar del pasado 28 de marzo, en Puerto Leguízamo, Putumayo, podría ser una masacre al estilo de los Falsos Positivos, con manipulación de pruebas y modus operandi paramilitar. Sobre este operativo, el gobierno no ha aceptado ninguna responsabilidad, sino que sigue defendiéndolo, minimizando así, el hecho irrefutable de haberse dado muerte a civiles desarmados.

Esta desconexión de la realidad, con un discurso pronunciado sin rubor alguno, y que luce diametralmente opuesto a lo que los colombianos viven en los territorios, ha sido la constante de estos cuatro años de gobierno

Nos hemos cansado de escuchar hablar de “Paz con Legalidad”, mientras que líderes sociales y firmantes de la paz son asesinados sistemáticamente, y se hace hasta lo imposible, desde las tramoyas legales, para evitar la implementación de puntos sensibles del Acuerdo, como la Reforma Rural Integral.

Nadie ha podido explicar qué es en realidad la “Economía Naranja”, que invadió, de la mano del nepotismo, todos los ministerios e instituciones del Estado, apalancando un engranaje de corrupción, pero excluyendo a más del 60% de los colombianos que viven entre la informalidad y el rebusque. Del mismo modo, la palabra “equidad” que repite sin cesar el Plan de Desarrollo Nacional (2018-2022), desconociendo los derechos básicos de los ciudadanos, es pura retórica.

Solo en el anaranjado mundo de los siete enanitos, que parece ser el hábitat del presidente Duque, se protegen las selvas, como lo prometió al Papa Francisco, no en la famosa carta que el mandatario firmó como si fuera el Sumo Pontífice, sino en otra que le envió en el marco del Sínodo de la Amazonía, mientras que, en la Colombia real, la devastación de nuestros ecosistemas parece no detenerse

Con un crecimiento del 9,9% en el 2021, y con un estimado del 4.1% para el 2022¹, la economía iría viento en popa, sin embargo, la profundización de las desigualdades, el aumento del desempleo y el hambre, hacen ver que las cifras de ciertos economistas, ignorantes del precio de una docena de huevos, y temerarios al presentar una reforma tributaria con más cargas para la clase media en plena pandemia, subestiman al ciudadano de a pie.

¿Qué tan real es el éxito de las políticas de Duque, que el gobierno presenta con tanto bombo y platillo?, ¿qué tanto son caricatura las fuertes críticas? ¡Llegó la hora de hacer balances!

Nuestros investigadores del CINEP/PPP y algunos invitados especiales, examinan en esta edición, la gestión del gobierno en temas claves: empleo, salud, migración y desplazamiento, desigualdad, medio ambiente y política exterior.

Daniel Amaya ubica estos balances en una coyuntura mayor, la apertura democrática, que significó en los últimos cinco años, el Acuerdo de Paz. La estabilidad de nuestra ya frágil democracia se ha visto afectada por un gobierno cooptado por intereses privados, que parece haberse dedicado a impedir esa apertura. La brutal represión a las protestas y la persecución sistemática a los jóvenes que participaron en ellas, así lo indican. No menos preocupante es la reducción del equilibrio de poderes, con la apropiación, por parte del Ejecutivo, de la Fiscalía y de los entes de control. Recuperar este equilibrio, así como la independencia de los medios de comunicación, debería ser compromiso de los candidatos a la Presidencia, pero tal tema parece estar ausente de un debate electoral, más guiado por pasiones irracionales, que por ideas y programas.

De especial interés es el artículo de Sofía Natalia Delgado, sobre el caso del Museo de la Memoria, del Centro Nacional de Memoria Histórica, para entender el conflicto en torno de la verdad, que hemos vivido durante los últimos años.

Para un examen más completo del cuatrienio Duque, publicamos un artículo sobre la relación del
gobierno con los pueblos afrodescendientes, y una entrevista con uno de los líderes indígenas que participa en la toma del Parque Nacional Enrique Olaya Herrera, más conocido como Parque Nacional de la ciudad de Bogotá. Característica de este mandato ha sido, sin duda, el desprecio por los grupos étnicos, campesinos y populares, a quienes nunca aceptó como interlocutores válidos. Por ejemplo, durante los cuatro años de gobierno, el presidente nunca recibió a la Minga Indígena, la dejó plantada en varias ocasiones y la estigmatizó.

La edición abre con sendos análisis de las elecciones del pasado 13 de marzo. El primero, elaborado por este servidor, gracias al apoyo brindado por mis compañeros jesuitas José Darío Rodríguez y Diego Vargas, basados en la reflexión realizada por la línea de Conflicto y Paz del CINEP/PPP desde su seminario de investigación, a quienes agradezco inmensamente. El segundo, hecho por nuestra analista de prensa, Luisa Fernanda Ramírez, a partir de un juicioso trabajo estadístico de los principales periódicos nacionales.

En la sección internacional, y siguiendo el hilo de nuestra edición anterior, exponemos la situación de dos países hermanos, Haití y Brasil, que nos ayudan a entendernos dentro del contexto latinoamericano.

Mil gracias a todos nuestros colaboradores y lectores. Esperamos que esta edición sea una valiosa
herramienta de análisis y debate, en la coyuntura electoral que vive nuestro país.

Ilustración de portada: Carol Gil