105 / MAY- AGO 2022

“Debemos seguir luchando por la paz”

La última entrevista de Jesús Santrich

EDICIÓN 105 MAY-AGO 2022

Por: Katalina Vásquez Guzmán

Santrich fue entrampado y asesinado, aseguró hace unos días el nuevo canciller de Colombia, Álvaro Leyva, levantando toda clase de reacciones. Leyva, reconocido gestor de paz durante décadas en los múltiples diálogos que han intentado poner fin a la guerra en Colombia, se refirió al caso del líder la llamada Segunda Marquetalia* tras la publicación del Informe Final de la Comisión de la Verdad que levantó polémica al invitar a seguir estudiando el caso de Jesús Santrich. La Revista Cambio reseñó que dicho informe “concluye que el país aún no conoce lo que en realidad ocurrió en la tras escena de la captura de Santrich. Deja en evidencia que la DEA y la Fiscalía General de la Nación se asociaron para dar un golpe al corazón del Acuerdo de Paz”.

Aunque, como era de esperarse, el mismo Santrich desde su reclusión en la cárcel La Picota de Bogotá y su equipo de abogados, así como un amplio grupo de ciudadanos y organizaciones internacionales que le respaldaron, había asegurado que no existía la conspiración para enviar cocaína a Estados Unidos (las pruebas reveladas con rimbombancia por la Fiscalía se reducían a videos sin audios y audios fragmentados) y que el caso jurídico se trataba de un grave entrampamiento al proceso de paz, nadie dio crédito a su defensa.

Fue en noviembre de 2020 cuando El Espectador reveló una investigación que sacó a la luz pública que el entonces Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, ocultó más de 20 mil audios de interceptaciones realizadas a Santrich e Iván Márquez, cuyo sobrino fungió de testigo de la supuesta conspiración para el acto ilegal que jamás se pudo comprobar. Señaló el medio de comunicación que los audios y documentos revelados hasta entonces por El Espectador prueban:

“Primero, que la Fiscalía participó en una entrega de drogas, a pesar de que el exfiscal Martínez lo niega. Segundo, que la DEA estaba realizando una operación de entrampamiento contra los negociadores de la guerrilla. Tercero, que la Fiscalía no colaboró con la JEP en un momento álgido, en medio de los intentos de Martínez por desacreditar a la justicia transicional. Cuarto, que nombres de actores del proceso de paz, como el ex vice presidente Naranjo o la exsenadora Piedad Córdoba —a las claras suplantada en una conversación—, fueron utilizados de manera extraña en la operación de los agentes de la DEA encubiertos. ¿Por qué nadie exploró un asunto de tal relevancia nacional? (… ) Sin embargo, es importante regresar a la saga Santrich, pues queda la sensación de que la Fiscalía hizo todo lo posible para sabotear la reputación y el actuar de la JEP. Es lamentable encontrar que hubo “fuego amigo” con algo tan delicado como el tratamiento a excombatientes de las Farc. En entrevista con El Espectador, Martínez dijo que “todos los que nosotros teníamos relacionados con Marlon Marín y esa cosa de la droga se le entregaron”. Pero ahora sabemos que solo se entregaron 12 audios de un total de 24.000. ¿Qué pasó ahí?”

Tras la publicación, el periodista de El Espectador, Edison Bolaños, fue amenazado y perseguido, e incluso estigmatizado por el mismo Fiscal Martínez lo que generó que para entonces la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) sancionara su actuación y le pidiera respeto al derecho a la información y el ejercicio periodístico que debe ser promovido y protegido en toda democracia. Hoy fuera de la Fiscalía, a la que renunció cuando Santrich fue dejado en libertad por orden de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) rechaza la interpretación de la Comisión de la Verdad, y se niega a acudir a un tribunal judicial proponiendo uno independiente.

Revista Cien Días vistos por Cinep / PPP comparte con la opinión pública esta entrevista inédita con el líder guerrillero quien, desde un campamento insurgente en Venezuela, respondió las preguntas de la periodista de la Universidad de Antioquia, Especialista en Derechos Humanos y Dih de la misma Universidad, y Magister en Estudios de Paz de la Universidad Javeriana, Katalina Vásquez Guzmán, sobre el supuesto entrampamiento al Acuerdo de Paz, su visión del curso del Acuerdo y la paz, su reacción ante la crítica por la posible equivocación de su rearme, y su opinión sobre el entonces naciente estallido social. Cinco meses de esta entrevista, el mundo conoció que Seuxis Pausias Hernández Solarte había sido asesinado en el vecino país de Venezuela. Se desconoce el paradero de su cuerpo y su dedo meñique, cercenado como prueba de muerte de quien se convirtió en el primer gran trofeo de guerra del gobierno de Iván Duque-Álvaro Uribe cuya promesa de campaña fue hacer trizas el Acuerdo de Paz.

*Insurgencia armada de las FARC-EP que transcurridos dos años de la firma del Acuerdo Final de Paz con esa guerrilla en La Habana y luego de su desarme, retomó las armas en cabeza de “Santrich”, “Romaña”, “El Paisa”, todos asesinados a la fecha; e Iván Márquez, quien fuera el jefe de la delegación de paz fariana y nuevo líder de la disidencia, de quien recientemente se supo que había sobrevivido un ataque armado en territorio venezolano. La Segunda Marquetalia se conformó después de la captura, liberación y fuga de Jesús Santrich quien había sido solicitado en extradición por Estados Unidos y capturado por la Fiscalía colombiana por supuestamente conspirar para el envío de cinco kilos de cocaína a Estados Unidos, hecho que no pudo ser probado por la Fiscalía.

Foto portada: Nicolás Galeano – Presidencia de la República de Colombia

Revista-Cien-Dias-105

Katalina Vásquez Guzmán.

Periodista de la Universidad de Antioquia y Especialista en DD.HH. y DIH de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la misma universidad. Aspirante a Magister en Estudios de Paz y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

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